2- Identifica tu realidad
Hay una serie de patrones que he podido observar de manera repetitiva en el trabajo con ministerios de alabanza. Estos patrones ocurren sin importar el país o estado del grupo:
– No tenemos un líder de alabanza.
– Tenemos músicos pero no tenemos instrumentos.
– Tenemos instrumentos pero no tenemos músicos.
– Tenemos cantantes pero no tenemos músicos.
– Tenemos músicos pero no tenemos cantantes.
– Tenemos un grupo pero necesitan entrenamiento.
– No tenemos equipos (sonido, proyector, sillas).
– No tenemos quien nos ayude.
– No tenemos dinero.
– No tenemos nada (literalmente).
– Simplemente no tenemos deseo de hacerlo.
Aunque esta lista no es exhaustiva, identificar en cuál de esas situaciones mencionadas se encuentra tu iglesia o equipo de alabanza puede ayudarte en la búsqueda de soluciones prácticas, realistas y objetivas que servirán como soporte a las necesidades que tengas. Aquí te presento otro ejemplo:
Conocí una iglesia que no tenía músicos y sólo tenía cantantes. Los pocos miembros que cantaban cada semana debían usar pistas para acompañar los cánticos y, aunque no tenían músicos ni los mejores equipos, tenían más claridad, disciplina y orden en lo estaban haciendo que muchas iglesias con recursos y músicos que conozco.
Recuerda que Dios nos va a pedir cuenta de lo que hicimos con los recursos que teníamos, no con los recursos que no teníamos (Mt. 25:14-30). Ahora bien, no solamente vamos a identificar en dónde estamos, sino que también vamos a trabajar para avanzar. Eso lo vamos a ver en el tercer punto.